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A través de la alimentación los niños obtienen la información nutricional para la formación y desarrollo de todos los sistemas del organismo
La población infantil requiere una dieta saludable y balanceada que les proporcione la cantidad adecuada de energía y nutrientes para su óptimo crecimiento y desarrollo. A través de la alimentación los niños obtienen la información nutricional para la formación y desarrollo de todos los sistemas del organismo: sistema inmune y microbiota intestinal, sistema digestivo, sistema circulatorio, sistema óseo, sistema nervioso, etc. La calidad de esa información (nutrición) determinará muchísimas cosas para la salud de tu hijo a corto, mediano y largo plazo.
Los niños aprenden de la familia y el entorno, si la alimentación familiar es saludable, balanceada y rica en micronutrientes, tenemos ya la base de nuestra salud ganada, por eso creo que debemos mirar la alimentación desde que adquirimos los alimentos y elegimos las mejores opciones para nuestra despensa.
Hoy en día entendemos que la salud tiene mucho más que ver con la alimentación, que con la misma medicina.
Soy creyente de que podemos invertir en niños saludables, que si adquieren buenos hábitos, en el futuro aseguramos que no van a engrosar una población marcada por problemas como la diabetes, obesidad, hipertensión, cáncer u otras enfermedades crónicas.
Algunas recomendaciones que podemos tener en cuenta:
1. El tamaño de las porciones afecta directamente la cantidad de alimentos que consumimos ya que es más probable que el niño coma más alimentos de los que realmente necesita si la porción que tiene delante es más grande. Educarnos para ofrecer un plato saludable es fundamental. En mi libro Y los vegetales ¿pa' cuándo? encuentras las herramientas para ofrecer el plato Harvard.
2. ¿Qué clase de snacks le envías a tus hijos en la lonchera? La verdad es que la mayoría de los alimentos disponibles para “loncheras” que encontramos en el supermercado son bebidas endulzadas, refrigerios salados como papas fritas y pasteles industrializados altos en sodio, llenos de grasas trans y de harinas refinadas. Una lonchera saludable debe ser prioridad en casa.
3. Una de las principales causas de obesidad son los alimentos azucarados y procesados que constituyen la dieta de muchos niños. La investigación muestra que los niños de hoy en día comen más alimentos ricos en calorías y deficientes en nutrientes y no consumen alimentos con vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables.
4. Una dieta rica en grasas saludables está asociada con un menor riesgo de desarrollar obesidad. Esto se debe a que los alimentos que contienen grasas saludables, como el aguacate, la mantequilla, el salmón silvestre, el yogur y el aceite de coco, son alimentos complejos que proporcionan muchos nutrientes importantes, a diferencia de los alimentos endulzados o procesados que consumen tantos niños en la actualidad.
5. Una gran población de niños y adolescentes no cumple con las pautas de actividad física recomendadas. La recomendación es al menos una hora de actividad física todos los días. Sin embargo, esta ha sido desplazada por videojuegos, el uso de teléfonos inteligentes o el consumo indiscriminado de programación televisiva.
6. Los niños con obesidad enfrentan problemas psicológicos como el estrés, la ansiedad e incluso la depresión. A veces son acosados o ridiculizados debido a su peso, incluso por amigos o sus propios padres. Esto lleva a más sentimientos de estrés y ansiedad. Por su parte, los padres bajo estrés (según un estudio de la #AAP de 2012) reveló que pueden tener dificultades para comprar y preparar comidas saludables durante la semana.
La comida real debe ser la base de nuestra alimentación
Frutas, vegetales, proteínas, grasas saludables, la comida que vienen en su propio empaque es la que debe predominar en nuestra alimentación.