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No solo nuestro estado emocional repercute en el de los niños, sino que ellos también pueden verse envueltos en sus propias angustias, preocupaciones y momentos de ocio.⠀
Identificar cuándo el hambre es emocional es una tarea que madres y padres tienen a menudo. Es sabido que los adultos consumimos más alimentos de los que necesitamos (y generalmente con poco valor nutricional) cuando estamos expuestos a situaciones de estrés, angustia y/o depresión. ⠀
Si un niño tiene una alimentación balanceada y aún así manifiesta tener hambre, ¿qué puedes hacer? ⠀
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Acá te comparto 3 tips:⠀
-No utilices la comida como recompensa: muchas veces solemos ofrecer algunos alimentos como recompensa por un buen comportamiento, y esto puede contribuir a que el niño no desarrolle una relación sana con la comida.⠀
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-Dirigir la energía del niño hacia actividades o ejercicios que le distraigan, para que aparte de su cabeza la idea de comer sin hambre. ⠀
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-Si debemos ceder a algún refrigerio, procurar que este sea saludable: frutas, algunas verduras, yogures que no tengan azúcares añadidas, etc.⠀
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-La clave es tener paciencia, muchas rutinas se han visto trastocadas durante la cuarentena y es normal que los niños sufran ciertos cambios en sus hábitos o preferencias durante este tiempo. ⠀
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-Es importante comunicarte con tus hijos siempre desde la empatía.