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¿Qué son y para qué sirven los prebióticos?

Así es, prebióticos. No probióticos.


¿Y qué son los prebióticos? Básicamente son el alimento para los microbios vivos que se encuentran en nuestro intestino.


Por extraño que pueda sonar, en nuestro organismo viven millones de ellos que son realmente necesarios para el correcto funcionamiento de la parte gastro intestinal.


¿Pero cómo influyen los alimentos prebióticos en este proceso? Sigue leyendo para averiguar cómo estos alimentos son una opción necesaria en tu dieta y la de tu bebé.




¿Por qué te insisto tanto en que la comida real sea la base de nuestra alimentación?


Los cambios, pequeños o grandes, inician en la familia. Como médico pediatra funcional entiendo que si todos en casa se alimentan sano, las probabilidades de que el bebé se vuelva un adolescente y luego un adulto sano mejoran drásticamente.

Un bebé que aprendió a comer para toda la vida, replicará de adulto un círculo virtuoso, así te lo cuento en mi libro Enséñales a comer para toda la vida.

Por esta misma razón, incluir en tu dieta alimentos que contienen prebióticos es fundamental para mantener un equilibrio intestinal.


Los alimentos probióticos son microorganismos vivos que viven en el intestino y crean la microbiota intestinal para protegernos de enfermedades. Y los probióticos son el alimento de estos microorganismos. Una vez los microorganismos reciben este alimento, se fermentan en ácidos grasos para nutrir la barrera intestinal y prevenir la inflamación.

Adicionalmente nos sacian, evitando que el apetito sea constante. Esto ayudará a que no se esté buscando todo el tiempo un snack o algún otro alimento que no sea sano, ni necesario para la dieta como los ultraprocesados.


¿Cuáles alimentos contienen prebióticos?


Una de las principales fuentes de prebióticos, es la leche materna. Estos actúan como azúcares complejos que benefician la salud del bebé lactante.

Otros alimentos como las frutas, legumbres y cereales integrales son una fuente rica en prebióticos.


LEGUMBRES

Los prebióticos al ser un alimento que no podemos digerir, se encuentra en los fríjoles, garbanzos o lentejas que actúan como un almidón resistente, permitiendo que estos pasen directamente al intestino grueso para alimentar a los probióticos.


Tip para los frijoles: Si tu bebé está practicando alimentación complementaria puedes darlo en forma de hamburguesitas (del tamaño de puño del bebé) o si estás con cuchareo puedes darlo en forma de macerado/machacado.


ESPINACAS

Además de ser una maravillosa fuente de hierro, calcio, potasio y magnesio, las espinacas poseen una molécula de azúcar que al llegar al intestino grueso, protege a las bacterias buenas de la flora intestinal.


Tip con espinacas: Si estás practicando alimentación complementaria, no la ofrezcas en porciones superiores a 25gr/día. Prepárala con huevito, con tus ensaladas, como parte de la mezcla de tus pancakes, muffins o arepitas. Si buscas ideas con espinaca, en nuestro libro “Y los vegetales: ¿pa' cuándo?” Encuentras ideas nutritivas para toda la familia.

CHÍA Y LINAZA

¿Has notado que estas semillas al entrar en contacto con el agua, crean una especie de gel? Esta misma acción es la que realizan en el intestino, funcionando como una capa protectora y una fuente enorme de prebióticos.


Tip con Linaza: Si estás practicando alimentación complementaria, al igual que la chía, podemos incorporarla siempre MOLIDA en: arepitas, pancakes, muffins y purés.

No hay duda que la comida real está repleta de beneficios para que nuestro cuerpo se alimente sanamente. Recuerda que podemos hoy sembrar una semilla para que en el futuro tengamos adultos mucho más sanos.


Te invito a mi curso de alimentación complementaria para que aprendas cómo alimentar a




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